Segundo artículo de la serie "Introducción a la Simulación Sistémica".
Publicado en la revista "Learning Review", No 23, abril, mayo y junio de 2008


Las Simulaciones como Recursos de Aprendizaje

En el artículo anterior exploramos el campo del aprendizaje basado en la experiencia y nos enfocamos en las simulaciones como medios que permiten emular la realidad. En este artículo veremos sintéticamente qué tipos de simulaciones existen y comenzaremos a tratar en especial las sistémicas.

Clasificación de las simulaciones

Tipo
Modo
Uso
Sistémica Acción sobre las entradas a un sistema en diferentes puntos del mismo. Se explora cómo responde un sistema o proceso ante determinados estímulos. Para comprender en profundidad el funcionamiento de un sistema y adquirir habilidad para actuar sobre él en condiciones conocidas o nuevas.
De comportamiento (juego de roles o "role playing") Acción sobre el comportamiento de los actores. Se ensaya el comportamiento personal en ciertas circunstancias o en determinado ambiente. Para adquirir habilidad personal a fin de actuar en determinados ambientes, circunstancias o formas de relación.
De interpretación Observación del comportamiento de un sistema que recibe entradas predeterminadas. Se interpretan ciertos síntomas y se trata de descubrir cómo opera el sistema que los genera. Para interpretar la forma de funcionamiento de un sistema del cual proviene una salida y eventualmente decidir acciones a aplicar en casos similares.
Estructural Acción sobre la estructura de un sistema o proceso. Se explora cómo la estructura afecta a su comportamiento. Para comprender cómo influyen sobre el comportamiento los diferentes elementos estructurales de un sistema o proceso y la forma en que están organizados.
De operación Acción sobre elementos predeterminados de manejo de un sistema, proceso o equipo. Para adquirir destreza en el manejo de un sistema, proceso o equipo.
De observación Observación del funcionamiento de un sistema o proceso, sin poder actuar sobre los factores que lo determinan. Para comprender en forma general cómo funciona un sistema o proceso.

El campo de las simulaciones es sumamente extenso, pues va desde algunas enfocadas en el comportamiento humano hasta otras referidas a sistemas que operan sin intervención humana, desde algunas muy simples hasta otras con muy alto grado de complejidad (*). Esa enorme amplitud da la posibilidad de clasificarlas de muy diversas formas. Una de ellas es hacerlo por su finalidad, su propósito.

Para interpretar la clasificación es necesario conocer los componentes esenciales de cualquier simulación, que son:

  • Escenario: es el ambiente en que ocurren los hechos. Puede ejercer o no influencia sobre los demás componentes de la simulación, y puede ser o no afectado por ella.
  • Actores: las personas o entidades que intervienen en la simulación.
  • Observadores: las personas o entidades que observan lo que sucede en la simulación, sin actuar sobre ella.
  • Objetos: los elementos materiales e inmateriales que intervienen en la simulación.

Al clasificarlas por su propósito, en general podemos diferenciar los siguientes tipos de simulaciones:

  • Sistémicas.
  • De comportamiento.
  • De interpretación.
  • Estructurales.
  • De operación.
  • De observación .

A continuación se explican las características principales de esos tipos de simulaciones:

Sistémicas:

  • Propósito: experimentar el funcionamiento de un sistema (**) completo y sus respuestas frente a las acciones que se le aplican. Pueden comprender cualquier sistema en el que el funcionamiento se pueda reproducir mediante un modelo matemático: d e negocios, industrial, de servicios, económico, financiero, logístico, social, jurídico, ecológico, biológico, climatológico, hidrológico, geológico, etc.
  • Funcionamiento: los actores elaboran decisiones y aplican acciones sobre un sistema simulado, y observan y evalúan los efectos. El escenario puede variar durante la simulación, con efecto sobre el sistema que se simula. Los fenómenos que se producen en el sistema son provocados por éste y por las acciones de los actores sobre él.
  • Ejemplos: juego de negocios (simulación de empresas en competencia), juego de la cerveza (simulador logístico), funcionamiento de un sistema ecológico, interacción de grupos en un sistema social.

De comportamiento (se le suele llamar "juego de roles" o "role playing"):

  • Propósito: experimentar comportamientos de personas.
  • Funcionamiento: los actores se encuentran ante determinadas situaciones en las cuales tienen que adoptar un comportamiento adecuado. El escenario es estable.
  • Ejemplos: práctica de oratoria, de negociación, de atención a clientes.

De interpretación:

  • Propósito: interpretar las situaciones que se presentan en un sistema.
  • Funcionamiento: mediante una narración se describe parcialmente un sistema y se presentan ciertas situaciones resultantes del funcionamiento del mismo. Los actores tienen que interpretarlas. En algunas aplicaciones deben decidir qué harían frente a ellas, en cuyo caso lo importante no es la corrección de la posición adoptada sino la claridad en la interpretación.
  • Ejemplo: el más característico es el conocido como "método del caso".

Estructurales:

  • Propósito: comprender cómo influyen sobre los resultados del funcionamiento de un sistema sus diferentes elementos estructurales (objetos y procesos) y la forma en que están organizados.
  • Funcionamiento: los actores efectúan cambios en la estructura del sistema y en el escenario (quitan o agregan objetos, modifican las relaciones entre los mismos) y observan los efectos.
  • Ejemplos: distribución de equipos ("layout") en una fábrica, organización de diferentes tipos de grupos de trabajo en una comunidad, organización de redes sociales, organización de equipos de acción frente a emergencias.

De operación:

  • Propósito: aprender a operar un sistema con escasas y bien conocidas interacciones entre sus elementos y prácticamente sin interacción con el escenario.
  • Funcionamiento: los actores ejercen acciones sobre los mecanismos de control del sistema previstos en la simulación y tratan de hacerlo funcionar de la forma esperada.
  • Ejemplos: conducción de un vehículo, manejo de una máquina de producción, carga de datos en un sistema de computación.

De observación:

  • Propósito: comprender cómo funciona un elemento, un proceso o un sistema predeterminado a través de la observación del mismo.
  • Funcionamiento: los participantes (observadores) observan las manifestaciones del funcionamiento, generalmente a través de representaciones gráficas animadas o estáticas. Adoptan una posición pasiva: no actúan sobre el sistema (salvo quizás para ponerlo en marcha) y sólo observan lo que sucede en él. Son las más simples de las simulaciones planteadas, pues en ellas no hay interacción actor-procesos-escenario.
  • Ejemplos: observación del funcionamiento del sistema circulatorio humano, de determinada máquina, de una planta industrial, de un sistema de computación, de una persona o un grupo humano en determinada situación.

Como se puede observar, cuando se habla de simulación en realidad no se está precisando un único modo artificial de reproducir la realidad. Siempre es necesario aclarar de qué tipo de simulación se trata, pues tanto el alcance como la complejidad varían mucho de una a otra.

 

Utilidad de las simulaciones para el aprendizaje

El aprendizaje basado en la experiencia es muy eficaz para la construcción de conocimiento. Pero tiene algunas limitaciones, que es importante considerar al diseñar un proceso de capacitación. Las principales son:

  • Si se hace de forma natural es muy lento, pues sólo se experimenta una situación por vez y ello demanda mucho tiempo y otros recursos.
  • Está supeditado a las situaciones que se presentan en forma natural. Quedan sin experimentar muchas que rara vez se presentan, y precisamente es para ellas que más se necesita estar preparado.
  • Tiene alto costo. Cada error produce, directa o indirectamente, efectos adversos de tipo económico, social, ecológico, técnico, laboral.
  • Frecuentemente, la urgencia por actuar para corregir lo no deseado no deja tiempo para reflexionar tratando de interpretar los fundamentos de los fenómenos observados.

Las simulaciones permiten superar esas limitaciones, aunque no todas lo hacen con la misma eficacia. A continuación se considera la utilidad de cada tipo de simulación, ordenándolas desde las más simples a las más complejas.

  1. De observación: sólo permiten observar el funcionamiento de un proceso o sistema con una estructura y en una situación predeterminadas, por lo cual tanto la profundidad como la amplitud de conocimiento que permiten alcanzar son muy escasas.
  2. De operación: al igual que las anteriores se refieren a un proceso o sistema con una estructura y en una situación predeterminadas. Pero como permiten actuar sobre ese proceso y observar los resultados, con ellas se puede lograr mayor profundidad de conocimiento.
  3. Estructurales: si bien permiten experimentar con diversas estructuras, contemplan una sola situación para cada una de ellas, por lo cual la amplitud de conocimiento que se puede alcanzar es escasa.
  4. De interpretación: como se enfocan en el funcionamiento de un sistema con determinada estructura y cierta secuencia de situaciones, permiten lograr mayor profundidad de conocimiento que las anteriores, pero con escasa amplitud. Para lograr mayor amplitud es necesario realizarlas muchas veces con diferentes secuencias de situaciones, lo cual demanda mucho tiempo y un gran esfuerzo de elaboración.
  5. De comportamiento: permiten experimentar con una variedad de situaciones en diversos escenarios, por lo cual son muy eficaces para el aprendizaje referido al propio comportamiento. No son útiles para interpretar el funcionamiento de sistemas o procesos externos a los actores.
  6. Sistémicas: son las más complejas y variadas. Con ellas se puede experimentar en corto tiempo con diversos escenarios y una gran variedad de situaciones y decidir libremente las acciones a aplicar. Cuando se han desarrollado con la complejidad y el alcance necesarios son las que permiten lograr mayor profundidad y extensión del conocimiento sobre los sistemas sujetos a estudio.


Las simulaciones sistémicas

En lo que sigue de este artículo y los que continúan sólo se tratarán las simulaciones sistémicas.

Los elementos que participan en ellas son:

  • Escenario, actores, observadores, objetos (ya descritos).
  • Procesos: grupos de objetos entre los cuales se producen en forma organizada fenómenos de interacción de los elementos entre sí y con el escenario, sujetos a la acción de los actores. A su vez los procesos tienen diversos componentes: insumos y recursos (materiales e inmateriales), medios (máquinas, etc.), dinámicas de funcionamiento, productos.
  • Modelo conceptual: se puede definir como la expresión conceptual del sistema a simular. Describe su escenario, sus actores, sus objetos, sus procesos y la forma en que interactúan.
  • Modelo matemático: es la formulación matemática de las relaciones entre los objetos y procesos del sistema.
  • Simulador: programa de computadora que reproduce en forma teórica el funcionamiento del sistema real. Se elabora a partir del modelo matemático.
  • Reglas: las condiciones de comportamiento que se han tomado como bases de diseño de la simulación y que se deben respetar para que ésta tenga el comportamiento que fue planeado.
  • Narraciones: son las descripciones del escenario y de las situaciones que se presentan, expresadas en forma comprensible por los actores.


Otros usos de las simulaciones sistémicas

Hemos planteado a las simulaciones sistémicas como poderosos medios para el aprendizaje basado en la experiencia. Pero también tienen muchos otros usos, como por ejemplo:

  • Ensayo de diversas alternativas para detectar la condición óptima de funcionamiento de un sistema. Muchas veces resulta prácticamente imposible obtener las soluciones óptimas por la vía analítica, y para aproximarse a ellas es necesario experimentar con diferentes alternativas hasta encontrar la que mejor responda a los objetivos propuestos.
  • Evaluación de potencial. Cuando a una persona o un grupo de personas se le hace operar un sistema simulado, en una amplia variedad de condiciones y sujeta a diversidad de exigencias, se puede evaluar su capacidad para actuar en relación con ese sistema y de afrontar tales exigencias. Este tipo de aplicación requiere mucho cuidado para evitar que la tensión que provoque el uso de la simulación desvirtúe la acción de las personas frente al sistema, por ejemplo tratando de ganar a cualquier costo. Por ello, en este tipo de aplicación es necesaria una fuerte acción de moderación a cargo de especialistas en comportamiento organizacional.
  • Detección de debilidades y oportunidades de mejoramiento de un sistema. Cuando una simulación representa fielmente el funcionamiento de un sistema permite experimentar con el mismo en condiciones que, por estar muy cerca de los límites que se consideran seguros, rara vez se aplicarían a un sistema real. Esto ayuda a detectar en qué condiciones éste podría caer en situación de falla y cuáles podrían ser las causas de la misma, y partir de allí decidir mejoras a introducir en el sistema.
  • Estímulo para dinamizar una organización.


La complejidad en las simulaciones sistémicas

Denominar "sistémica" a una simulación no garantiza que tenga el grado de desarrollo adecuado para la aplicación que se le quiere dar. Los sistemas, especialmente los naturales y aquellos en los que intervienen seres vivos, y más aún si son humanos, tienen considerable complejidad (*). Y no es posible reproducir adecuadamente el funcionamiento de sistemas complejos con simulaciones simples.

Veamos en un ejemplo, en este caso de un simulador de negocios, cómo con una misma denominación se pueden designar simulaciones con muy variados grados de complejidad, que responden de muy diversas formas a la realidad del sistema cuyo funcionamiento tratan de reproducir.

  • Este simulador podría comprender sólo las decisiones relacionadas con las ventas, sin considerar variantes en los aspectos de producción, logística, recursos humanos, etc. Pero en ese caso sólo permitiría contemplar en forma muy parcial el funcionamiento del sistema empresa.
  • Uno diferente, con igual nombre, podría contemplar todas las áreas claves de la empresa (finanzas, comercialización, producción, logística, recursos humanos, investigación y desarrollo) y asumir que la misma no compite con otras. Esto sería poco realista en un mundo competitivo.
  • Uno aún más complejo podría considerar que la empresa está compitiendo con otras en un mercado ilimitado (las acciones de la empresa en el campo comercial la afectarán a ella misma, pero no a sus competidoras). Es más realista que el anterior, pero sólo aplicable cuando el volumen de ventas de la empresa es muy pequeño en relación al mercado global.
  • En aún más complejo un simulador en el cual un grupo de empresas compiten entre sí en un mercado limitado, con lo cual las acciones comerciales de una de ellas la afectan a sí misma y a todas las demás (si una empresa vende más, las otras venden menos).
  • Por último, es aún más complejo un simulador como el anterior y que además permite a las empresas competidoras concertar acuerdos entre ellas, por ejemplo referidos a la compra conjunta de materias primas.

Aunque todos ellos se pueden denominar simuladores de negocios, sus complejidades, y por ende los tipos de realidades que reproducen y la fidelidad con que lo hacen, son muy diferentes.

Notas:

(*) En esta serie de artículos se usa la palabra "complejidad" en el sentido dado por Edgar Morin, que contempla la interdependencia entre lo general y lo particular, lo observado y el observador, el ser humano como ente de dualidades coexistentes y aparentemente contrapuestas, lo conocido de los sistemas como caso particular de una realidad mucho más amplia. Complejidad no implica complicación; una simulación puede ser muy compleja, desarrollada en alto grado para reproducir lo más fielmente posible la realidad, y al mismo tiempo sencilla (poco complicada), fácil de usar y con una dinámica general fácil de comprender.

(**) Llamamos "sistema" a un conjunto organizado de elementos que interactúan entre sí respondiendo a determinadas reglas de comportamiento. Pueden interactuar con el ambiente que los rodea (sistema abierto), sólo recibir energía e información de él, o no interactuar de modo alguno (sistema cerrado, que algunos llaman sistema aislado). Al mencionar reglas de comportamiento no nos referimos a reglas o procedimientos conocidos por el ser humano, sino a la organización del comportamiento de los procesos internos del sistema y de las interacciones entre ellos y con el ambiente.

Referencias:

Miguel Grinberg; Edgar Morin y el pensamiento complejo ; Campo de Ideas, 2002.
Edgar Morin, Emilio Ciurana, Raúl Motta; Educar en la era planetaria ; Gedisa, 2006.

  

Autores:

Raúl Santamarina

Ingeniero (UBA), consultor de empresas en gestión y cambio organizacional, con larga experiencia en capacitación aplicada al desarrollo estratégico de las organizaciones.
Director de Distance Educational Network.
Presidente de Distance Educational Network Argentina (Instituto Argentino de Técnicas Empresariales).

Laura Llull

Licenciada en Ciencias de la Educación (UCA). Gerente de Gestión del Aprendizaje de Distance Educational Network.

© Copyright Distance Educational Network, 2008

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